El trayecto Zamora-Lubián del Ave lleva más de dos años estancado, con los proyectos acabados

La reciente entrada en servicio de la línea de alta velocidad entre Madrid y Valladolid (y la incorporación de nuevos trenes) ha permitido una mejora del servicio ferroviario entre Galicia y la Meseta, con un ahorro de tiempo de entre 15 y 27 minutos por viaje. Pero el resto de la conexión ferroviaria por alta velocidad con Galicia está aún muy retrasada, demora que se incrementa a medida que la línea se aleja de Madrid. De hecho, sólo están terminados 129 de los 461 kilómetros que la separan de Ourense. Así, la futura vía de alta velocidad del Noroeste aprovechará el tramo Madrid-Olmedo de la conexión entre la capital y Valladolid. Se trata de 129 kilómetros, ya operativos. En el citado pueblo castellano estará situado en desvío hacia la zona norte.

El siguiente tramo, Olmedo-Zamora (92 kilómetros), acumula una notable demora. Los proyectos para la obra están concluidos desde 2005. Sin embargo, en los subtramos Olmedo-Pozal de Gallinas y Pozal-Villaverde de Medina (25 kilómetros) aún no se adjudicaron las obras. Sí está comenzando la ejecución de los 67 kilómetros entre Villaverde y Zamora, si bien los plazos oficiales de obra fijan la fecha de conclusión en primavera de 2011. Se trata, en todo caso, de las obras de plataforma, ya que después aún hay que colocar la vía y electrificar la línea.

Proyectos

El trayecto entre Zamora y Lubián (130 kilómetros) acumula aún más retraso. Los proyectos para la obra están concluidos desde el verano de 2005 (excepto uno aún sin iniciar: 14 kilómetros entre Requejo y Padornelo, donde por un error se había planificado que tuviese vía única). Desde entonces no hay avance alguno.

Más retrasados están los trámites en la siguiente fase del trayecto, entre Lubián y Ourense (104 kilómetros), para la que se están elaborando aún los proyectos de obra. Los dos primeros subtramos (Lubián-Vilavella y Vilavella-Vilariño de Conso) estarán concluidos en junio, mientras que los cuatro restantes (desde Vilariño a Taboadela) no finalizarán hasta febrero del próximo año. Después aún hay que licitar las obras y adjudicarlas. La ejecución, en uno de los trayectos orográficamente más complejo del tramo, durará al menos cinco años. Esta pendiente, por último, el diseño de la integración urbana del AVE desde Taboadela a la estación Empalme.