El faro se enfrentará en septiembre a un nuevo corte, con la evaluación del monumento por parte del Icomos
La candidatura de la torre de Hércules a patrimonio de la humanidad superó ayer un nuevo filtro, de carácter «muy técnico», según detallaron fuentes del Ministerio de Cultura. Fue en la reunión anual del Comité de Patrimonio Mundial que se celebra estos días en Quebec (Canadá).
El próximo paso en la carrera del faro será en septiembre, cuando el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos) inspeccione sobre el terreno el monumento. «Si supera esa evaluación, luego ya sería definitivamente sometida a consideración de la reunión anual del comité en junio del 2009 en Sevilla, de similares características a la de Quebec», explicó el director general de Bellas Artes, José Jiménez, que se refirió al hecho de que la Torre sea el único faro romano que continúa en funcionamiento. Para el alto cargo del ministerio, eso «le confiere el valor universal excepcional requerido para la inscripción en la lista de patrimonio mundial».
Pero este no es el único punto a favor en la carrera hacia la Unesco. El pasado enero, tras una visita al faro, el subdirector general de Patrimonio Histórico, Luis Lafuente Batanero, aseguró que este se encuentra «en muy buen estado de conservación». Añadió, además, que la reforma de Giannini fue «ejemplar, lo que supone un valor añadido para la candidatura».
Batanero enumeró las bazas con las que cuenta la Torre. Entre ellas, apuntó que el edificio se encuentra en un «entorno privilegiado», sin construcciones que obstaculicen su vista. Y recordó que el monumento realiza un servicio público, un aspecto que la Unesco valora mucho, como también lo hace con el grado de identificación de los bienes con las ciudades.
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