Un juego entre una pareja de jóvenes que viajaba en un vehículo a Galicia para pasar unos días de descanso, y que fue interpretado por un conductor como una situación de auténtico peligro, acabó movilizando a la Guardia Civil, que incluso cortó momentáneamente la autovía A-6 en las cercanías de Lugo para conseguir interceptar a los protagonistas de la curiosa historia. El arma que utilizaba uno de ellos para «amenazar» a su amiga, la conductora del coche, resultó ser de mentira.
Además de avisar a las patrullas que pudieran estar en el camino que seguía el vehículo, también comunicaron el hecho a SOS Galicia. El testigo vio al muchacho con la pistola y a su colega conduciendo, supuestamente bajo amenazas, en el kilómetro 409 de la A-6, a unos treinta kilómetros de la frontera con Pedrafita. Todo hacía pensar que los jóvenes iban a Galicia y fue por ello por lo que los guardias avisaron a los servicios de emergencia gallegos, además de a las patrullas que pudieran estar ya en la zona lucense.
El conductor que vio la escena llamó de forma anónima, pero dio todos los datos necesarios (matrícula, modelo del turismo, color y número de ocupantes) para que los agentes tomaran en serio el aviso.
La patrulla más próxima al vehículo la formaban dos motoristas de Baralla, que se encontraban de vigilancia en la A-6 y que localizaron el vehículo pasada ya la zona de Pedrafita.
Optaron por no intervenir. Ni tan siquiera le dieron el alto al vehículo. Simplemente lo siguieron. El hecho de que el acompañante fuera armado podría suponer un grave riesgo. Para evitarlo, optaron por pedir la colaboración de otra patrulla al cuartel de Baralla.
Una vez que los otros dos agentes se adentraron en la autovía establecieron el momento en el que llevarían a cabo la interceptación del vehículo. Fue en el kilómetro 469, cerca de Baralla.
Dos camiones
Para llevar a cabo la detención del coche e identificar a sus ocupantes dieron el alto a dos camiones que quedaron detenidos en los dos carriles de sentido A Coruña, con sus cabezas tractoras ligeramente giradas, según explicaron diversas fuentes. El objetivo era que al coche que esperaban no le quedase hueco para poder seguir adelante en caso de que no quisiese obedecer la orden de alto. Mientras tanto, los agentes pararon al resto de los coches hasta llegar al que buscaban.
La Guardia Civil informó ayer de que, como consecuencia de la identificación de los usuarios, se produjo en la A-6 «una pequeña retención por un espacio limitado de tiempo, cinco minutos». No hubo grandes retenciones, ni tampoco peligro alguno para la seguridad vial, dijeron en el instituto armado.
Los agentes se encontraron con la pareja, que se vio desbordada por la situación. Después de la identificación, a los jóvenes (él de Cádiz y ella de Madrid) les fue exigida la entrega del arma que llevaban en el interior del vehículo y que resultó ser de plástico, pero con una apariencia muy real. La tenían para jugar, según explicaron a los agentes, y eso era lo que venían haciendo de camino a Galicia, ajenos a que alguien podría verlos, asustarse y dar la señal de alarma.
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