Durante los primeros dias de Agosto, en un lugar de la ría de Arousa llamado Catoira, se celebra cada año la memoria de aquellas invasiones normandas que llegaban a esta ria para ,desde alli tomar direccion a Compostela ... una ciudad muy adecuada para obtener un buen botin , en aquellos tiempos.
En Catoira, una vez más, el pulpo cocido y el vino, la fiesta – y, por tanto, los escarceos amorosos – y el olor a sal de las ensenadas atlánticas se mezcla con la crónica de batallas que posiblemente jamás se desarrollaron como nos la cuenta cada año, pero que haberlas las hubo.
En cualquier caso, los festivos choques entre inciertos guerreros de hoy forman parte de ese cosmos ibérico que hace de la guerra antigua una fiesta de actualidad y que basa su atractivo en la incertidumbre de la mayoría de nuestros mitos: en Galicia, la resabiada contienda entre moros y cristianos del Levante español muda su semblante por una apuesta sobre las olas de Arousa entre vikingos falsos y no menos falsos gladiadores del país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario