27 oct 2008

Viaje con nosotros (el AVE a dia de hoy)

Para media España, la alta velocidad sigue siendo una quimera, un viejo deseo que no termina de cumplirse, un rápido viaje de ida y vuelta atrás hacia la desilusión. Falta de partidas presupuestarias, problemas técnicos o logísticos, disputas medioambientales o revanchismos políticos están detrás de un tren sin destino que nunca parece llegar a la hora fijada.
Y si en alguna comunidad autónoma entienden de retrasos y del AVE es Cataluña. A la complejidad del túnel de Barcelona que ahora empieza a construirse -paso por la Sagrada Familia incluido-, se suma la obra no menos difícil de Gerona. Ambos proyectos ya hicieron que el objetivo de enlazar con Francia en 2009 se descartase. El nuevo plazo es 2012.
Si en el lado español el retraso es norma, en el francés ni eso. El enlace del tramo internacional Figueres-Perpiñán con el corredor que encadene con París no está ni planificado. La red ferroviaria española permanecerá otros cuantos lustros aislada de Europa.
Arma arrojadiza en Galicia
Los retrasos han castigado también a Galicia y han llegado a convertirse incluso en punto de fricción en el seno del bipartito. Moncloa ha rechazado sistemáticamente la creación de una subcomisión de control de las obras de la alta velocidad de la región. La ministra de Administraciones Públicas, la gallega Elena Salgado, adujo en todas las ocasiones en las que se le mencionó el tema que es «mucho mejor» que el seguimiento se verifique con reuniones trimestrales entre Magdalena Álvarez (la responsable de Fomento que admitió que se le ponen los «pelos de punta» cuando alguien le pide que adelante las fechas del AVE; aunque en la tierra de su abuelo, del que dice que era «gallego, ateo y de izquierdas», no le exigen que anticipe tiempos, sino que ejecute) y el presidente de la Xunta, Pérez Touriño.
El mandatario socialista se mostró siempre de acuerdo con esta fórmula, que él mismo pactó en su encuentro del pasado mes de julio con José Luis Rodríguez Zapatero.
El PSOE, de este modo, desbotó la opción de un órgano reglado, dentro de la comisión bilateral Galicia-Estado, que permitiría la entrada de miembros de la Xunta y del Gobierno central, y que no sólo vigilaría las actuaciones, sino que garantizaría los plazos comprometidos.
Se decantó, en su lugar, por un pase informativo cada tres meses, y desoyó la reclamación para la creación de un verdadero grupo de trabajo aprobada en junio en el Congreso por PP y BNG (los socialistas se desmarcaron en el último momento) y refrendada más tarde en el Parlamento gallego (y en esta sede sí por los tres partidos, también el PSOE).
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, está convencido de que «los socialistas boicotean permanentemente cualquier intento de desbloquear el AVE» y pronostica que «si hasta ahora no se hizo nada, es imposible que se cumplan los plazos dados; con suerte nos colocamos en 2020». De la misma indeterminación temporal se quejó el portavoz del BNG en el Congreso, Francisco Jorquera, que acaba de anunciar que la negociación presupuestaria con el PSOE de los Presupuestos Generales del Estado (salvados in extremis por los votos del BNG y PNV) han permitido pactar la creación de una subcomisión mixta de control.
El nacionalista explicó que le «parecen bien» los encuentros Touriño-Álvarez para abundar en la marcha de los proyectos, pero entendió que es otro el instrumento adecuado para hacer el seguimiento de la ejecución real del gasto.
La demora es el principal escollo. Los retrasos que acumula la conexión con la Meseta y la complejidad orográfica entre Lubián y Orense provocan que los expertos situén las previsiones más optimistas en 2015, y no en la fecha de 2012 manejada por Touriño y Zapatero (Magdalena Álvarez se equivoca a veces con los cálculos, y yera al dar el cómputo oficial).
Los técnicos sostienen que con dotación presupuestaria y celeridad el tramo Olmedo-Zamora estaría culminado en 2012, Zamora-Lubián en 2013, y el enlace con Orense en 2015. El jefe del ejecutivo gallego cuenta, a su vez, que arrancó a su jefe de filas el compromiso de que todos los tramos que conectan Galicia con la Meseta estarían licitados en 2009. Este acuerdo, en el que sólo el PSOE confía, sí permitiría cumplir el compromiso del 2012.
Aún en la sala de espera, si en Galicia bailan las fechas, Asturias es la única que, con obras iniciadas, todavía carece de ellas oficialmente. Las previsiones se limitan a los túneles de Pajares, que no estarán terminados, como mínimo, hasta 2010. Del trazado entre Pola de Lena, donde acaba la variante, y Gijón sólo se sabe que el estudio informativo del proyecto estará listo para el próximo 2009.
Tampoco hay plazos claros para Cantabria. Tras su reciente reunión con Rodríguez Zapatero, Miguel Ángel Revilla aseguró que el año que viene se licitarán todos los tramos entre Palencia y Alar del Rey, lo que para él supone la garantía de que el AVE acabará llegando a la capital cántabra, aunque cuándo sigue siendo una incógnita. El presidente cántabro, pese a todo, dice «confiar» en la voluntad política de Zapatero.
En el País Vasco, además de los problemas de seguridad provocados por los sabotajes, la «Y vasca» también se enfrenta a retrasos. El PP ha denunciado en reiteradas ocasiones el bajo porcentaje de ejecución. Sin embargo, Magdalena Álvarez asegura que los Presupuestos para 2009 incluirán una dotación de 210 millones para la infraestructura.
Mientras, la alta velocidad entre el País Vasco, Cantabria, Asturias y Galicia también va para largo. Hasta ahora sólo se licitó, en diciembre del año pasado, el estudio del trazado entre Santander y Bilbao.
En Navarra, la llegada del TAV está pendiente de la firma de un convenio entre el Gobierno foral y el Central. Zapatero prometió que viajaría a Navarra para rubricar el acuerdo y Leire Pajín dijo el 4 de octubre que la firma era «inminente». Pero la ficha no se movía. Sin embargo, el apoyo de UPN a los Presupuestos del Estado podría acelerar el proceso, ya que el PSOE ha anunciado que presentará una enmienda a los PGE para que se destinen 15 millones a la infraestructura,
El AVE llegó por fin a Valladolid hace poco menos de un año; sin embargo, Fomento tiene todavía pendientes de licitar más de 300 kilómetros de cinco líneas de alta velocidad en Castilla y León. Así las cosas, León y Palencia, en teoría las siguientes paradas, tendrán que esperar al menos hasta 2010 para verlo, dos años más tarde de lo prometido.
Hasta finales de 2008 no se comenzarán a licitar las obras entre Valladolid y Venta de Baños de la futura línea que unirá la capital castellana y Burgos. Tampoco se licitarán hasta dentro de unos meses las primeras obras de la línea del tren veloz que unirá Palencia con Santander. Los proyectos de Salamanca y Ávila, claves para enlazar la infraestructura con el país vecino, aún están en fase de estudios informativos. La Rioja asiste al avance del AVE en regiones vecinas, especialmente Aragón, mientras que el proyecto sigue sin tomar tierra en el territorio regional, donde los estudios continúan sin aprobar. Tampoco avanza la conexión entre Logroño y la localidad burgalesa de Miranda de Ebro, anunciada en 2005.
Precisamente en Aragón, la provincia de Teruel es la que peor parada ha salido por las promesas incumplidas. El PSOE cambió de postura cuando ganó las elecciones de 2003. Hasta entonces criticó el proyecto del AVE Madrid-Valencia por no dar un rodeo para incluir a Teruel capital. Incluso llegó a presentar varios recursos judiciales. Pero en cuanto Zapatero llegó a La Moncloa nada se supo de esos recursos.
El PSOE cambió de estrategia y prometió el AVE Cantábrico-Mediterráneo. Sin embargo, cinco años después no hay ni siquiera plazos para las obras. Además, el enlace de Teruel con Madrid por AVE también está paralizado.
Rentabilidad asegurada
La llegada del AVE a la Comunidad Valenciana también se ha convertido en una de las principales reivindicaciones del Gobierno y el empresariado valenciano. Y es que, pese a que varios estudios indican que las líneas a Valencia y a Alicante serán las «más rentables» de toda la red, el baile de fechas para la inauguración se ha sucedido durante años.
La última promesa es que el tren llegaría a Valencia en 2010. Fomento ha dirigido todo su esfuerzo presupuestario a la finalización de la conexión directa a través de Cuenca. La consecuencia la sufre el resto de la región. El enlace con Alicante, del que se dijo que estaría listo en 2012, ha reducido sus partidas para 2009 un 80%. Peor parado sale el AVE a Castellón, en fase preliminar.

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